Historia del micrófono.
El micrófono es un transductor acústico eléctrico. Su función es la de traducir las vibraciones debidas a la presión acústica ejercida sobre su cápsula por las ondas sonoras en energía eléctrica, lo que permite por ejemplo grabar sonidos de cualquier lugar o elemento.En 1827, Charles Wheatstone utiliza por primera vez la palabra “micrófono” para describir un dispositivo acústico diseñado para amplificar sonidos débiles. Procede de los vocablos griegos “micró” (pequeño) y “phon” (sonido). El primer micrófono formaba parte del Fonógrafo, el dispositivo más común para reproducir sonido grabado desde la década de 1870 hasta la década de 1880 y donde precisamente comenzó la historia del micrófono y las grabaciones de audio. Fue conocido como el primer “micrófono dinámico”.
Posteriormente, en 1876 Alexander Graham Bell, simultáneamente con Elisha Gray, registra una patente del “telégrafo hablado” (el primer teléfono). Por primera vez incluye el micrófono funcional que usa un electroimán.
El siguiente paso importante en el diseño del transmisor se debió a Henry Hunnings de Inglaterra. Él utilizó los gránulos del choque entre el [diafragma] y una placa metálica trasera. Este diseño originado en 1878, fue patentado en 1876. Este transmisor era muy eficiente y podía llevar más actual que sus competidores. Su desventaja era que tenía una tendencia a embalar y a perder su sensibilidad.
El advenimiento de la grabación eléctrica y de la radio del disco que difundían en los años 1920 tempranos estimuló el desarrollo de los micrófonos de carbón de una calidad mejor. El año 1920 llevó en la era comercial de la difusión. Algunos de los aficionados y de los cantantes bien informados comenzaron a jugar expedientes y a usar los micrófonos con sus programas. La estación de radio temprana utilizó el teléfono del candlestick para un micrófono.
El elemento típico del transmisor en este tiempo era no eléctrico occidental 323. Al principio él fue utilizado como hablando en él pues uno utilizaría un teléfono. El paso siguiente era proveer de los actores un micrófono que permitiría que estuvieran parados y que se realizaran. Para este uso el constructor tomó el transmisor del teléfono del candlestick, substituyó la boquilla corta por el megáfono y resbaló esta combinación dentro de una manga alineada fieltro de la baquelita cerca de ocho pulgadas de largo y puso pernos de argolla pequeños en cada extremo para suspenderlo de arriba.
El primer micrófono, que hizo para la industria de la película era el PB17. Era a sand blasted el cilindro de aluminio, 17 pulgadas de largo y el fondo del The de 6 pulgadas de diámetro fue redondeado con un yugo para llevar a cabo el elemento de la cinta, que tenía una pantalla perforada protectora. La estructura magnética utilizó un electroimán que requería seis voltios en un amperio.
En 1931 la Western Electric presenta el primer micrófono dinámico, el modelo 600, serie 618. Posteriormente la marca RCA presenta el primer micrófono de cinta bidireccional: 44ª de imán permanente.
Ya en el año 1947 se produce un evento importante para la historia del micrófono, se funda la AKG en Viena, una empresa austríaca que fabrica accesorios profesionales de audio, en especial micrófonos y auriculares. Y en 1948 Neumann lanza el micrófono a válvulas U47, el primer micrófono de condensador con patrón conmutable entre cardioide y omnidireccional. Acabó convirtiéndose en todo un clásico para grabar voces desde que se supo que Frank Sinatra se negaba a cantar sin su U47.
En 1962 Hideo Matsushita establece la empresa Audio-Technica Corporation en Tokio. La compañía lanza los modelos AT-1 y AT-3MM de cápsulas estereofónicas y empieza a suministrar cápsulas a fabricantes de audio. Posteriormente, en 1978, Audio-Technica lanza los auriculares de condensador ATH-8 y ATH-7. Estos auriculares ganaron diversos premios. Este año también se produjo el desarrollo y lanzamiento de la Serie 800 de micrófonos, y la creación de Audio-Technica Ltd. en Leeds, Inglaterra.
En 1991, sale al mercado el micrófono de condensador AT4033, elegido mejor micrófono en el AES(Audio Engineering Society) y en 1994, presenta el micrófono de condensador de multipatrón AT4050/CM5. En 1995, la planta de fabricación de micrófonos, auriculares, sistemas inalámbricos y mezcladores de micrófono consigue la certificación ISO 9002.
ISO 9000 es el nombre genérico con el que coloquialmente se designa a una familia de normas de aseguramiento de la calidad. En 1996, los micrófonos y auriculares Audio-Technica son utilizados en todos los recintos de los Juegos Olímpicos de Atlanta.
En 1998, Audio-Technica presenta el AT4060 un micro de condensador a válvulas de estudio; y el excelente resultado de los productos Audio-Technica en Atlanta ’96, hacen que en el año 2000 sea designada también como proveedor de en los juegos de Sydney’00.
En 2002, Audio-Technica celebra su 40 aniversario. Y es designada, para proporcionar aproximadamente 2.800 micrófonos para los Juegos de SALT Lake City, marcando así su primera participación en unos Juegos Olímpicos de Invierno. A pesar de las severas condiciones climáticas, los micros A-T respondieron perfectamente.
En años recientes, algunos de los acercamientos más radicales al diseño del modelo del micrófono han incluido la detección del movimiento, en respuesta a variaciones de presión sana, de partículas cargadas, a un sistema análogo al altavoz iónico.
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Historia del teléfono.
El teléfono es un dispositivo de telecomunicación diseñado para transmitir señales acústicas a distancia por medio de señales eléctricas.
Durante mucho tiempo Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono, junto con Elisha Gray. Sin embargo, Bell no fue el inventor de este aparato, sino solamente el primero en patentarlo. Esto ocurrió en 1876. El 11 de junio de 2002 el Congreso de Estados Unidos aprobó la resolución 269, por la que se reconocía que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci, que lo llamó teletrófono, y no Bell.
En 1871 Meucci solo pudo, por dificultades económicas, presentar una breve descripción de su invento, pero no formalizar la patente ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos.
Durante mucho tiempo Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono, junto con Elisha Gray. Sin embargo, Bell no fue el inventor de este aparato, sino solamente el primero en patentarlo. Esto ocurrió en 1876. El 11 de junio de 2002 el Congreso de Estados Unidos aprobó la resolución 269, por la que se reconocía que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci, que lo llamó teletrófono, y no Bell.
En 1871 Meucci solo pudo, por dificultades económicas, presentar una breve descripción de su invento, pero no formalizar la patente ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos.
Historia de su invención:
Alrededor del año 1857, Antonio Meucci construyó un teléfono para conectar su oficina con su dormitorio, ubicado en el segundo piso, debido al reumatismo de su esposa.2 Sin embargo carecía del dinero suficiente para patentar su invento, por lo que lo presentó a una empresa (Western Union, quienes promocionaron el «invento» de Graham Bell) que no le prestó atención, pero que tampoco le devolvió los materiales.
En 1876, tras haber descubierto que para transmitir voz humana solo se podía utilizar una corriente continua, el inventor escocés nacionalizado en EE. UU. Alexander Graham Bell construyó y patentó unas horas antes que su compatriota Elisha Gray el primer teléfono capaz de transmitir y recibir voz humana con toda su calidad y timbre.
Tampoco se debe dejar de lado a Thomas Alva Edison, que introdujo notables mejoras en el sistema, entre las que se encuentra el micrófono de gránulos de carbón.
Tampoco se debe dejar de lado a Thomas Alva Edison, que introdujo notables mejoras en el sistema, entre las que se encuentra el micrófono de gránulos de carbón.
El 11 de junio de 2002, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269 por la que reconoció que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci y no Alexander Graham Bell.
En la resolución, aprobada por unanimidad, los representantes estadounidenses estiman que «la vida y obra de Antonio Meucci debe ser reconocida legalmente, y que su trabajo en la invención del teléfono debe ser admitida». Según el texto de esta resolución, Meucci instaló un dispositivo rudimentario de telecomunicaciones entre el sótano de su casa de Staten Island (Nueva York) y la habitación de su mujer, en la primera planta.
En la resolución, aprobada por unanimidad, los representantes estadounidenses estiman que «la vida y obra de Antonio Meucci debe ser reconocida legalmente, y que su trabajo en la invención del teléfono debe ser admitida». Según el texto de esta resolución, Meucci instaló un dispositivo rudimentario de telecomunicaciones entre el sótano de su casa de Staten Island (Nueva York) y la habitación de su mujer, en la primera planta.
El 26 de enero de 1926, el ingeniero e inventor escocés John Logie Baird congregó en su laboratorio de Londres a una selecta audiencia compuesta por periodistas y miembros de la Royal Institution of Great Britain, que tuvieron la suerte de asistir a un acontecimiento histórico: la primera demostración pública de un sistema capaz de mostrar imágenes en movimiento.
La imagen que apareció en pantalla era en blanco y rojo, su tamaño era diminuto, tenía una resolución de apenas 30 líneas, la tasa de refresco era de únicamente 12,5 imágenes por segundo y la calidad general era muy baja de acuerdo a los estándares actuales, pero en aquella época supuso toda una revolución.
Era el fruto de años de investigación y trabajo que se habían iniciado en 1884 cuando Paul Gottlieb Nipkow inventó y patentó un elemento explorador de la imagen formado por un disco metálico perforado por unos agujeros cuadrangulares colocados en espiral que bautizó con el nombre de disco de Nipkow.
Visto el éxito cosechado, Baird continuó adelante con sus investigaciones y en 1927 consiguió transmitir la señal de televisión generada en su laboratorio hasta Glasgow, ciudad situada a 705 Km de distancia de Londres. Un año después fue aún más allá y realizó la primera transmisión televisiva transoceánica entre la capital británica y Nueva York.
Ya en 1929, a través de la Baird Television Development Company, una empresa que fundó para sacar partido económico a sus avances en este campo, participó en un proyecto para llevar la televisión a Alemania y Francia. Pero no fue hasta 1930 cuando completó el desarrollo del primer televisor producido para ser vendido a las masas.
Conocido como el Baird Televisor, en Gran Bretaña se comercializaron 1.000 de estos aparatos a un precio estimado de 18 libras de la época. Fueron adquiridos por unos cuantos entusiastas que tuvieron el privilegio de ser los primeros en contemplar desde sus casas las esporádicas transmisiones que efectuaban la BBC y la compañía de Baird. Tenía una resolución de 30 líneas y, al igual que el prototipo de 1926, las imágenes aparecían en rojo y negro debido al gas de neón que se utilizaba.
En YouTube, cómo no, hay colgados varios vídeos en los que se puede comprobar aproximadamente cómo se veían las imágenes que transmitían estos televisores. Como vais a poder comprobar, la calidad obtenida era, ciertamente, muy baja.
Pero mientras Baird desarrollaba sus equipos electromecánicos, al otro lado del Atlántico el inventor norteamericano Philo Farnsworth trabajaba en un concepto diferenciado de televisor que basaba su funcionamiento en el uso de tubos de rayos catódicos. Sus esfuerzos obtuvieron respuesta cuando el 7 de septiembre de 1927, en su estudio de la calle Green Street de San Francisco, consiguió transmitir una primera imagen fija y se hizo con una patente para la explotación de este sistema.
En 1929, logró por primera vez un televisor sin partes mecánicas, al eliminar el motor que hasta entonces utilizaba para dotar de energía al aparato. Ese mismo año consiguió transmitir las primeras imágenes de un rostro humano, pero aún transcurrió un lustro adicional hasta que el 25 de agosto 1934 realizó la primera demostración pública con uno de sus aparatos en el Franklin Institute de Filadelfia.
Farnsworth se había convertido en la primera persona en utilizar cámaras y televisores construidos enteramente por componentes electrónicos que podían, respectivamente, transmitir y recibir imágenes en movimiento en tiempo real. Para su desgracia, el sistema que desarrolló precisaba de demasiada luz, lo que a la postre imposibilitó su comercialización a gran escala.
Las limitaciones asociadas a los aparatos de Farnsworth fueron resueltas por el ingeniero e inventor ruso Vladimir Kozmich Zworykin, que a principios de los años 20 empezó a experimentar con la creación de imágenes a partir de tubos de rayos catódicos.
En 1925 realizó una demostración pública, pero la imagen era fija y tenía una definición y un contrastre muy pobres.
Aun con sus limitaciones iniciales, la compañía RCA creyó firmemente en las posibilidades de esta tecnología y 2 años más tarde le compró a Zworykin los derechos sobre la misma e intentó comercializar los primeros equipos en Estados Unidos.
Fue entonces cuando se toparon con la negativa de la Oficina de Patentes norteamericana, que falló en favor de la patente de Farnsworth e impidió que pusieran a la venta dichos aparatos.
Tras años de batalla judicial, en octubre de 1939 la RCA y Farsworth llegaron a un acuerdo por el que la primera se comprometió a pagarle 1 millón de dólares al inventor durante un periodo de 10 años para poder así vender sus televisores.
Estos habían sufrido una completa transformación respecto a los primeros modelos y estaban basados en una tecnología llamada iconoscopio que había creado un equipo liderado por el propio Zworykin y que consistía en el uso de rayos de electrones de alta velocidad que exploraban un mosaico fotoemisor.
Esta nueva generación de televisores fueron los que consiguieron el beneplácito del público norteamericano hasta la segunda mitad de la década de los 40, cuando poco a poco comenzaron a hacerse sitio los primeros aparatos en color. Pero eso es ya otra historia.
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